giovedì 25 febbraio 2016

UNA HISTORIA QUE COMENZO' ANTES DE NACER


Hace algunas semanas me encontré a querer contar a un querido amigo, Danilo, la ultima serie de eventos que se manifestaron en mi vida a los cuales de verdad en general me resulta dificil encontrar los términos para definirlos. Talvez no propriamente ordinarios? Serendipia? Que parecen los frutos de un guiòn?Danilo lo logrò. No podia dar definicion mejor: “Una historia que comenzò antes de nacer”.

La conversacion con Danilo ha llevado a ambos a reflexionar sobre como no se puede negar que cada uno de nosotros hace parte de un maravilloso plan, que no se puede negar que muchos de nuestros encuentros aqui en la tierra ya sucedieron en una vida premortal, aùn sin un cuerpo fisico y que probablemente arriva nos pusimos de acuerdo por varia razones para que esto sucedan.

Cierto aqui tenemos delante un velo del olvido, siempre he creido que si cultivamos relaciones especiales, en el momento en que nos encontramos de nuevo podemos sentir algo realmente especial. Es obvio que no podemos darnos una explicacion para esto.

El elder Groberg ha dicho:

“Una de las mas grandes conexiones que tenemos con nuestra vida premortal es cuando nuestro Padre y Jesus nos amaron y nosotros los amamos. No obstante exista un velo en nuestra memoria sentiremos siempre verdadero amor, eso hace renacer un deseo que no puede ser negado.”

Sucediò algo extraordinario despues de un par de dias de intercambio de aquella profunda reflexion y sucediò algo que pudo afirmar aùn màs mi testimonio.

 

Ha sucedido que he recibido una CARTA.

 

Yo amo las cartas especialmente aquellas clasicas, maravilosas y sin tiempo, talvez aùn escrita a mano, que para llegar a ti pueden atraversat desiertos, selvas, cerros, nevados y oceanos. Yo amo escribirlas tratando de encontrar las palabras que sirven a quien las recibe, dejar ir con fe y ver que cosa sucede: al igual que hacemos con las oraciones.

Y cuando aquel dia con gran sorpresa encontrè en mi buzòn una para mi... mi corazòn diò un salto no obstante no la abrì: tambien la respuesta a una oracion merece reverencia y sacralidad.

Asì esperè de tener un momento para mi y de ir a un lugar tanquilo para leerla. El dia parecia creado para a proposito para eso. No obstante fuera enero era soleado y pequenas flores florecian en los prados cuasi a representar la primavera que sentia dentro de mi.

Me encaminè hacia el bosque cerca a casa, “mi bosque” como amo llamarlo, un lugar donde voy a encontrar paz y serenidad, un lugar donde me regenero y donde amo hablar con mi Padre Celestial.

Me sentè en una de las bancas en medio de los arboles, con el sol que queria hacerse notar. Escribì en mi diario y despues abrì al sobre: pocas lineas escritas a mano.

Pero en esa palabras...

He sentido humildad, ternura y determinaciòn.

He sentido el deseo muy fuerte del autor de la carta de hacerme llegar su mensaje. Veìa quien lo escribiò correr literalmente a franquear la carta al correo como si no pudiera perder ni un minuto.

Percibì un corazòn puro de nina que me hizo sentir nina tambièn a mì. He sido envuelta y mimada de su dulzura: la persona mas amable que yo haya tenido contacto. He sentido todo el amor del Padre Celestial. He sentido el puro amor de Cristo. Me sentì tan deplazada de todo este amor que queria responderle inmediatamente, pero no habìa palabras para expresar mi gran gratitud. Lo que quise y quiero aùn hubiera sido correr a abrazarla. Sus palabras para mi llenas de amor y de fe, unidas a otra cosa que usted anadio en el sobre, me han una vez mas recordado quien soy y que cosa debo hacer.

Yo y esta persona nunca nos encontramos, nunca intercambiamos un mensaje.

Ella me conocia solo atravez de aquello que me decia su hija, que en cambio conozco, o mejor, que he reencontrado.

Bien, in acuella carta, que tengo con cuidado entre las paginas de mi diario y que de vez en cuando me ayuda releer, yo he reconocido el amor del cual el elder Groberg escribe, acuella conexion con el cielo que no pedemos denegar cuando la sentimo.

No puedo que ser agradecida al Padre Celeste por su plan, por haberme hecho sentir Su amor mediante una su dulce, caritativa y fiel hija que encontrè de nuevo in una carta y que ahora deseo lo mas antes posible de abrazar en esta vida.


Eleonora 


Grazie mamma! :) 




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